La
Estrella
No existe ningún
documento escrito por un testigo de la Estrella de Belén. Las únicas
referencias existentes se encuentran en los documentos escritos posteriormente
a la vida de Jesús. Muchas veces se comenta que la única referencia a la Estrella
se encuentra en el Evangelio de Mateo, pero eso no es verdad, Aún así, la
información que se dispone sobre la Estrella es muy limitada. También, hay que
apuntar que existen graves contradicciones entre las distintas fuentes de
información que existen.
En todo el Nuevo
Testamento se menciona la Estrella de Belén solo cuatro veces. Todas esas
referencias se encuentren en Mateo 2:
1
Después de nacer Jesús en Belén de Judea, en tiempos del Rey
Herodes,
unos magos llegaron de Oriente a Jerusalén,
2
preguntando «Dónde está el rey de los judíos que ha nacido?
Porque
hemos visto su estrella en Oriente y venimos a adorarlo»
...............
7
Entonces Herodes llamó en secreto a los magos y averiguó
cuidadosamente el tiempo transcurrido desde la
aparición de la
estrella.
8
Y encaminándolos hacia Belén, les dijo: «Id e informaos
puntualmente acerca de este niño; y cuando lo encontréis,
avisadme,
para que también yo vaya a adorarlo.
9
Después de oír al rey, se fueron. Y la estrella que habían visto en
el Oriente iba delante de ellos hasta que vino
a pararse encima del
lugar dónde estaba el niño.
10
Al ver la estrella sintieron inmensa alegría.
De los demás
Evangelios, solo Lucas habla de la Natividad. Aquí tenemos la primera de varias
inconsistencias. Lucas no menciona a la Estrella. De hecho, casi la única cosa
en común entre las versiones de la Natividad de Mateo y la de Lucas es el
nacimiento del niño Jesús. Si la Estrella era tan importante, ¿por qué es que
Lucas, un médico de profesión, pero un historiador con talento por fuerza de
circunstancia, no la menciona?
Algunos expertos han
sugerido con buenas razones, que tal vez Mateo solo incluye a la Estrella de
Belén en su cronología para dar más significado a la Natividad. Una razón por
pensar eso es el hecho que muchas veces encontramos una frase por el estilo de
"con ello se cumplió lo que dijo el Señor por el profeta". Tal
afirmación se encuentra varias veces en Mateo 2, pero no en el texto dónde se
describa la Estrella de Belén, aunque si la aparición de la Estrella realmente
fuera el cumplimiento de la profecía, la frase debería aparecer.
No obstante, existen
dos otras referencias a la Estrella de Belén: ambos algo posteriores a Mateo.
El primero se encuentra en el Protoevangelio de Santiago (uno de los textos escritos
como un evangelio pero que nunca fue incorporado en la Biblia y que, junto con
otros, forma los Apócrifos), la otra en una carta escrita por Ignacio quizá 50
años después que la fecha de escribirse el Evangelio de Mateo. La referencia de
Ignacio es muy escueta:
"Su luz fue
indecible y su novedad causó asombro"
Santiago, en cambio,
amplia bastante el contenido de Mateo 2, 1-2. Es un texto interesante porque se
escribo como testimonio personal de los sucesos en torno a la Natividad y
termina con la muerte de Herodes. En esta versión, entre otros detalles,
Herodes pregunta a los Reyes Magos por la manifestación que habían visto y que
anunciaba al nuevo rey. Los Reyes Magos contestaron:
"Vimos como una
estrella indescriptiblemente grande apareció
de entre estas estrellas y las
deslumbró tal como ya no lucían
y así supimos que un Rey había
nacido para Israel."
Si la Estrella
realmente fuera tan grande como decían Santiago y
Ignacio, no se entiende como Herodes podría no haberse dado cuenta de su
existencia.
Muchos expertos
bíblicos opinan que Mateo y Lucas utilizaron el mismo texto base para sus
respectivas versiones del Evangelio: este texto, conocido popularmente como
"Q", se ha perdido y es de origen totalmente desconocido. Desde
luego, gran parte del contenido de sus Evangelios es muy parecido, el uno con
el otro. Puesto que sus descripciones de la Natividad se discrepan tanto,
parece razonable pensar que, además de interesarse por distintos aspectos de la
Natividad y la vida de Jesús, Mateo y Lucas tenían, cada uno, acceso a algún
documento o testimonio ya perdido que les suministró más detalles. Las
similitudes (y las diferencias) entre Mateo y el Protoevangelio de Santiago
refuerza bastante esta conclusión. De esta forma explicamos como puede ser que Lucas
no menciona a la Estrella aunque realmente existía.
Lo que sí queda claro
es que Ignacio y Santiago exageraron bastante su brillo e importancia. Una
estrella tan brillante como para deslucir a otras estrellas habría tenido que
ser tan brillante como el plenilunio. En una época tan distinta a la de hoy,
cuando todo el mundo conocía el cielo, parece inconcebible que una estrella tan
brillante podría haber aparecido casi inadvertida.
Mateo y el
Protoevangelio de Santiago hacen hincapié en la ignorancia de Herodes sobre la
Estrella: Santiago es muy explícito en eso. Si la Estrella fue brillante y tan
significativa, ¿cómo es que Herodes no la había visto?
Hay que recordar que
Herodes ya fue un hombre enfermo y muy mayor. Pronto se iba a morir y estaba
cada vez más preocupado por su muerte y el futuro de Judea. Observar el cielo
de madrugada en invierno habría sido una forma eficaz de acelerar su propia
muerte. También es posible que Herodes fue mantenido deliberadamente en
ignorancia: quizá sus cortesanos habían visto o conocían de la existencia de la
Estrella y, a sabiendas de su probable significado, decidían que esa era una
información que no les interesaba hacer llegar al Rey. Desde luego, su
posterior reacción (la Matanza de los Inocentes) demuestra que un cortesano
temerario por su propio salud habría dudado en pasarle
a Herodes unas noticias tan desagradables.