La procedencia
de los Reyes Magos
Partiendo del supuesto que los Reyes Magos procedieran del oriente,
habitualmente se ha concluido que su punto de origen tiene que haber sido
Babilonia.
De hecho, el razonamiento de que los Reyes Magos procedieron de Babilonia
es más por razones negativas que positivas. Hacia el norte, sur y oeste de
Palestina casi todo el territorio se encontraba bajo el Imperio Romano. A los
romanos no les habría hecho la más mínima gracia la idea del nacimiento de un
rey liberador de los judíos. Al igual que Herodes, los romanos habrían sabido
qué hacer para remediar la situación y es inconcebible que los romanos habrían
dejado a los Reyes Magos partir desde el territorio bajo el Imperio para
homenajear al nuevo rey. Por proceso de eliminación, solo quedan puntos de
origen hacia el este. En el este y a unos 900km de Jerusalén se encontraba la
ciudad de Babilonia, sede de una civilización antigua que tenía muchos puntos
de contacto con los judíos, incluyendo a una colonia judía importante. En torno
a Babilonia se encontraban reinos como Asiría, Caldea y Mesapotamia que gozaban
de una enorme influencia babilonica.
Los reinos de la región de Babilonia tenían una larga tradición
astronómica que incluía en sus palmares unas de las primeras observaciones
astronómicas conocidas en el mundo. Por esa razón: la proximidad y el interés
por el cielo, Babilonia y su entorno es, para muchos, el candidato más lógico
para ser el punto de procedencia de los reyes Magos.
Más hacia el este de Babilonia tenemos a uno de los pocos posibles
alternativos a Babilonia: Persia. La distancia entre Persia y Jerusalén era
casi el doble de la desde Babilonia a Jerusalén, y la travesía más dura, pero
no es imposible que los Reyes Magos podrían haber hecho el viaje desde ahí. Sin
embargo, casi no conste evidencia de que existía una astronomía Persa de ningún
tipo. Este último es muy importante; si los persas no se interesaban por el
cielo, ¿qué les importaría una estrella más?
Pero no se puede descartar a Persia tan fácilmente. Cuando Marco Polo
pasó por el pueblo de Saveh (ahora una ciudad pequeña de Irán), los habitantes
le aseguraron que los Reyes Magos habían partido de ahí. Dicho eso, hay muchos
más pueblos, no solo en Irán, con una leyenda similar. Pero hay otras evidencias
anecdotales que apuntan hacia Persia como punto de origen. Los primeros
dibujos, esculturas y pinturas que se conocen que representan a los Reyes Magos
gráficamente les muestran en robe persa. De hecho, cuando los persas invadieron
a Judea en el año 614d.C. la basílica de la Natividad en Belén se salvó del
saqueo porque los invasores reconocían a las imágenes de los Reyes Magos como
símbolos sagrados persas. Del mismo modo, encontramos Magos persas
representados en la Iglesia de San Vitale en la ciudad de Ravenna, en Italia
(ver abajo).
Un mosaico de la imperadora
Teodora. Detrás de ella vemos unos Magos persas.
Además, Persia albergaba (y aún alberga) una religión similar a la
tradición judío-cristiana, es decir, el Zoroastrianismo. Esta religión data de
varios siglos antes de Cristo y tiene una tradición mesiánica importante. Entre
los persas existía un grupo de sacerdotes de los medéos, que a menudo se
denominaron "Magos".
¿Por qué se interesarían los babilonios o los persas por un rey de los
judíos? En una era cuando existían cientos de reinos pequeños en todo el mundo,
el nacimiento de un rey más no habría sido exactamente una noticia de suma
importancia.
Sabemos que Babilonia tenía muchos vínculos con los judíos: en 586 A
de C los babilonios invadieron y saquearon Jerusalén, llevando miles de
prisioneros judíos a Babilonia. Esa no era la primera deportación masiva de los
judíos hacia Babilonia, anteriormente los Babilonios habían saqueado también a
Samaria, llevando consigo otra oleada de desterrados. Sabemos que la comunidad
judía de Babilonia llegó a ser muy grande: en 532 A de C un intento de
autorepatriación concentró a 40 mil judíos en Babilonia, pero eso solo fue una
pequeña parte de la población judía de la región. Con una población judía tan
grande, los astrónomos babilonios habrían sido sometidos a una influencia judía
importante y se habrían familiarizado con las profecías judías de una Mesías.
Entre la colonización intelectual realizada por los babilonios en los
territorios circundantes y la redistribución de la población judía de Babilonia
tras su expulsión de la ciudad sobre el siglo 4 A de C, pocas son las regiones
que no habrían conocido, de una forma o de otra acerca de la profecía de un
Mesías.
De esta forma es posible que los Reyes Magos podrían haber sido de
descendencia Babilonia, aunque no procedentes de Babilonia. Aunque tal vez otra
posible explicación es más plausible; se puede creer que los Reyes Magos fueren
judíos desterrados, los llamados «judíos diáspora». De esta forma uno podría
entender fácilmente por qué, aunque procedentes, por ejemplo, de Persia, los
Reyes Magos se interesaban por un nuevo rey judío.
Sin embargo, a lo largo de los años me he convencido que este
razonamiento es falso y que los Reyes Magos realmente eran persas. Además que
la tradición mesiánica de los zoroastriános que les habría hecho interesarse de
sobre manera por el nacimiento de un Mesías, también es cierto que existía una
enorme rivalidad militar entre los persas, sobre todo los parteos (uno de los
pueblos persas), y los romanos. El nacimiento de un rey liberador de los judíos
habría sin duda interesado a los persas por las dificultades que podría
ocasionar a los romanos en su lucha por el control de la región de Judea.
Aunque se puede razonar que los Reyes Magos eran judíos desterrados, la
explicación persa parece más fidedigna.