La primera Navidad

Es de sobras conocido que Jesucristo no nació el 25 de diciembre. La fecha exacta de la Natividad ha sido un tema de debate desde los primeros siglos d.C. Para entender mejor la cronología, hay de entender como empezamos a usar el calendario actual.

En los tiempos de Jesús, el calendario común para la mayoría de los países era el calendario romano. Ese calendario se basaba en los años transcurridos "Ad urbe condita" o desde la fundación de Roma. Según el calendario cristiano moderno, Roma se fundó en el año 753 a.C. y, por tanto, 1996 es el año 2749 Ad urbe condita. Con la caída de Roma a principios del siglo quinto, el calendario romano dejó de ser la forma natural de calcular la fecha para la mayoría de los pueblos del mundo civilizado.

El calendario cristiano data de aproximadamente un siglo después de la caída de Roma. La fecha y el año de Navidad fueron puestos por Dionisio Exiguo en el año 525 d.C. "Exiguo" significa "el pequeño" y fue un nombre humilde que él mismo escogió para distinguirse de un Dionisio del segundo o tercer siglo, conocido por ser un escritor cristiano importante. Dionisio decidió basar su nuevo calendario, importante para la iglesia cristiana para fijar la fecha de la celebración de Pascua, en la fecha de la Natividad. El único problema para Dionisio fue que él tampoco sabía de antemano cuando había nacido Jesús y, por tanto, tenía que escoger una fecha mediante un proceso de cálculo y adivinanza.

Dionisio se apoyó en la historia romana para calcular el año de la Natividad. Lo que hizo fue sumar los reinados de los emperadores de Roma hacia atrás en el tiempo. Este método de calcular fechas no fue nuevo y se había aplicado de la misma forma siglos antes para calcular fechas históricas egipcias a través de las duraciones de reinado de los faraones.

El método es infalible si se aplica correctamente.

Dionisio lo hizo mal.

Hay dos errores importantes en el cálculo Dionisiaco. En primer lugar, no se incluyó el año 0: Dionisio definió un calendario que saltaba directamente desde un año antes de Cristo a un año después de Cristo, sin nada en medio (ese error puede comprenderse cuando recordamos que los romanos no usaron el número cero – de hecho,  sólo fue con la llegada de los números árabes que el mundo occidental adoptó un sistema de números que permitía realizar cálculos más avanzados que las sumas y restas más básicas). Sin embargo, ese fue solo el menor de los dos errores; el segundo fue mucho más importante. Cesar Augusto, emperador durante la Natividad, también reinó 4 años bajo su nombre propio de "Octavio", un dato que Dionisio olvidó, o no tenía en cuenta.

Por tanto, los dos errores conocidos suman cinco años y, si nos fiamos de que Dionisio no cometió ningún error más, Jesús nació en el año 5 a.C. Naturalmente, al saber que el cálculo de Dionisio está mal, muchos expertos se no fían del resultado, aún teniendo en cuenta las correcciones, aunque esa desconfianza parece bastante injusta ya que nadie ha propuesto de manera fidedigna qué errores adicionales pueden haber.

La fecha de Navidad, el 25 de diciembre, tiene una larga historia. Parece ser que la fecha se ha utilizado desde aproximadamente 336 d.C., o sea, dos siglos antes de Dionisio. La razón por escoger esta fecha fue muy sencilla: era la fecha tradicional de la fiesta invernal pagano. Hasta en la era de los romanos la fiesta ya tenia mucha antigüedad, siendo una celebración celta que databa de al menos mil años antes de Cristo. Esta fiesta celebraba el solsticio y el hecho que el invierno ya había llegado a su ecuador (notase que, por la definición moderna de las estaciones, el invierno empieza en el solsticio invernal); a partir de la fecha de la fiesta las cosas, según el razonamiento, solo pudieron mejorar.

Muchas de las tradiciones celtas y romanas son familiares incluso hoy en día. Mucha gente se queja que Navidad se ha convertido en una celebración del consumo: demasiado comida, demasiado alcohol y mucha fiesta. De hecho, en este sentido estamos regresando a las raíces paganas de la celebración invernal. La festividad pagana se celebraba con días de vacaciones, comidas especiales, fiestas y muchas de las cosas que creemos hoy en día, son pura y exclusivamente de nuestra era moderna.

Otras de las tradiciones también nos son muy familiares. La gente decoraba sus casas con ramos verdes para demostrar que, pese al tiempo invernal, el frío no podía matar a todo lo verde. En Europa la tradición de poner un árbol de Navidad fue popularizada durante el siglo pasado por el Príncipe Alberto, el marido alemán de la Reina Victoria. Mientras que Alberto adoptó la vieja tradición alemana de usar un pino, los romanos solían poner ramos de laurel. La fiesta invernal también fue el momento para celebrar procesiones y desfiles de modo similar a la tradición moderna de los países católicos.

El aspecto más sorprendente del festival pagano era la tradición de dar y recibir regalos. Muchas personas creen que esta tradición celebra la acción de los Reyes Magos:

"Y entrando en la casa, vieron al niño con María, su madre,

y prostrados en la tierra, lo adoraron; abriendo sus cofres

y le ofrecieron regalos: oro, incienso, y mirra."

Pero no. La tradición de regalar databa de siglos antes de Cristo y, posteriormente, fue acogida por la iglesia cristiana. Este fue un ejemplo de la capacidad de adaptar de la iglesia cristiana en sus inicios: en vez de suprimir lo que era una fiesta muy popular, decidieron adaptar y purificarla; la fiesta pagana más popular se convirtió en la fiesta cristiana más importante.

En resumen, la fecha de Navidad "simplemente sucedió así". No tiene base en la historia.

 

El cambio moderno en la fecha de la Navidad

Encima, la fecha de Navidad que celebramos, siendo el 25 de diciembre, tampoco corresponde con la fecha que puso Dionisio. Entre el siglo 16 y el siglo18 la mayor parte de Europa paso del calendario Juliano al calendario Gregoriano, adelantando 10 ó 11 días para corregir el error en el cálculo de los años bisiestos (si todos los años centenarios son bisiestos metemos demasiados días bisiestos en el calendario, por tanto ya sólo un año centenario es bisiesto si puede dividirse por 400). En el Reino Unido la fecha saltó directamente del 2 de septiembre de 1752 al 14 de septiembre. En España el calendario saltó desde el 4 al 15 de octubre de 1582. Sin embargo, el día de Navidad seguía celebrándose el 25 de diciembre incluso en el nuevo calendario, en vez de saltar para compensar para el cambio en el  calendario. De hecho, después del cambio en el calendario, algunos fieles celebraban la Noche Buena el 4 de enero para mantener la fecha. Ese fenómeno sigue viéndose en Rusia dónde el desfase entre el calendario Juliano y Gregoriano ya es de 12 días: en Rusia la iglesia ortodoxa celebra la Navidad el 25 de diciembre (Gregoriana), el cual cae el 6 de enero para prácticamente todo el resto del mundo.

 

Fechas anteriores para la Natividad

En 194 d.C. Clemente de Alejandría escribió que Jesús nació el 18 de noviembre de 3 a.C., pero ofreció dos fechas alternativas: el 19/20 de abril y el 20 de mayo. Un siglo y medio después Epifanio fijó la Natividad el 6 de enero (la fecha celebrada en los países católicos para la Epifanía), pero ofreció el 20 de mayo como la fecha de la concepción, con fechas alternativas del 21 de mayo y el 20 de junio. Como es evidente, estas fechas de la concepción, en combinación con la fecha de la Natividad de Epifanio, supondría que Jesús nació prematuro, o muy prematuro, entre dos y tres meses antes del término. Siendo 2000 años antes de la existencia de incubadores y de unidades de cuidados intensivos es muy poco probable que un bebé nacido varios meses prematuro habría sobrevivido.

 

¿Cuándo fue realmente la Natividad?

Se ha sugerido que Epifanio se confundió entre las fechas de la concepción y del nacimiento. En Lucas II, 8-19 encontramos una descripción de la visita de los pastores al niño Jesús, empezándose:

"Había unos pastores en aquella misma región que pasaban

la noche al aire libre, vigilando por torno su rebaño."

Durante el invierno la región de Israel y Palestina sufre de un clima, el cuál si no es extremo, al menos es desagradable y desapetecible. Hay lluvias, heladas y, a veces, unas nevadas intensas. Los rebaños suelen mantenerse bajo cubierto hasta marzo cuando llegaría el momento de parir a las ovejas. Sólo durante marzo, abril y mayo estarían los pastores con las manadas al aire libre intensamente vigilante las veinticuatro horas al día. Incluso en las regiones dónde existían depredadotes grandes como lobos, la vigilia nocturna solía terminar en septiembre.

También hay varias pistas contextuales en Lucas que apuntan a una relación con las de parir de las ovejas. Por ejemplo, aparece la descripción “el santo cordero de díos” en muchas ocasiones cuando se habla de Jesús. Así mismo la referencia a que la posada estaba llena sugiere que la Natividad sucedió en una fecha especial de mucho tránsito. Un ejemplo de tal fecha habría sido la Pascua Judía que habría tenido lugar el 21 de marzo en el año 5 a.C. En esta fecha la gente solía viajar a sus pueblos de nacimiento para celebrar la Pascua y el tránsito de personas habría hecho llenarse los albergues las posadas. Durante la Pascua Judía se elegían también las ovejas para sacrificar; se ha sugerido que la frase “el santo cordero de díos” se debe al hecho que Jesús nació en ese día.

Es decir, la evidencia de Lucas apunta hacia una fecha de la Natividad a principios de la primavera. Entre Lucas y Dionisio, encontramos una fecha más probable para la primera Navidad en la segunda quincena de marzo de 5 a.C.

¿O no? ¿Qué otras evidencias tenemos? Aquí Lucas y Mateo apuntan a unas conclusiones totalmente distintas. Lucas describe muy precisamente el censo y las circunstancias en torno al nacimiento de Jesús. Entre los datos que destaca encontramos que: César Augusto era emperador de Roma; que se ordenó un gran censo antes de la Natividad; y que Quirinio (a veces escrito “Cirinio”) era el Gobernador de Siria en aquel momento.

Puesto que Cesar Augusto reinó durante más de cuatro décadas, la primera información no nos ayuda mucho. La segunda y la tercera son contradictorias. Quirinio no llegó a ser Gobernador de Siria hasta 6 d.C., mientras que Cesar Augusto ordenó censos en 28 y 8 a.C. y en 14 d.C. Como es evidente, ninguno de esos censos coincide con el período de gobierno de Quirinio en Siria.

En cambio, tenemos la información de Mateo, que Jesús nació mientras que Herodes el Grande reinaba. Sabemos por las crónicas del día que Herodes se murió entre la fecha de un eclipse de la luna observada en Jericó y la fecha de la fiesta de la Pascua Judía. Entre 9 y 2 a.C. los únicos eclipses de luna visibles desde Jericó eran seis:

Fecha

Año

Tipo de eclipse

 

6 marzo

9 a.C

Total

 

28 noviembre

9 a.C

Total

 

18 noviembre

8 a.C

Parcial

43%

23 marzo

5 a.C

Total

 

15 septiembre

5 a.C

Total

 

13 marzo

4 a.C

Parcial

35%

El único eclipse de los seis que se ajusta a los hechos históricos conocidos era el último, puesto que la Pascua Judía se celebraba el 20 de abril en 5 a.C. (más de un mes lunar después del eclipse) y el 11 de abril en 4 a.C. Este eclipse del 13 de marzo de 4 a.C., que parece fijar absolutamente la fecha del fallecimiento de Herodes, no fue nada espectacular. Empezó a las 01:45 (hora local de Jericó) y alcanzó su máximo a las 02:53. Parece evidente que Herodes, por consiguiente, se murió hacia finales de marzo o principios de abril de 4 a.C.

Puesto que Herodes ordenó la matanza de los inocentes precisamente para matar al niño Jesús, la Natividad debe de haber tenido lugar antes de 4 a.C. Encima, el hecho que Herodes ordenó que se debía incluir a todo niño menor de dos años hace que debemos suponer que Jesús tenía, como mucho, dos años de edad en el momento de dar la orden. Sin embargo, es probable que Herodes quería asegurarse totalmente que su peligroso rival no iba a sobrevivir. Por tanto, la cifra de dos años incluía a un factor personal de seguridad. Seguramente si la orden era de matar a todos los niños menores de dos años Herodes sabía que el niño que buscaba solo tenía un año de edad. También se entiende implícitamente por la narrativa de Mateo y más explícitamente aún en la de Santiago, que la muerte de Herodes seguía poco después de su acción punitiva.

En conclusión, la versión de la Natividad de Mateo implica que Jesús nació antes de 4 a.C. y es consistente con una fecha de nacimiento en 5a.C., con 6 ó 7 a.C. también posibles.

Ahora bien, aunque parece ser que conocemos más o menos por que época del año nació Jesús a partir del testimonio de Mateo, tenemos una contradicción total en el año. Si creemos a Dionisio, Jesús nació en 5 a.C; si a Mateo y Santiago, probablemente fue entre 6 y 5 a.C. (lo cual concuerda con el calendario de Dionisio); y si a Lucas, después de 6 d.C. Por los censos, la fecha debería haber sido o bien en los años inmediatamente posteriores a 8 a.C., o después de 14 d.C.

¿Cómo explicamos las contradicciones? En primer lugar, aunque Quirinio no llegó a ser Gobernador de Siria hasta 6 d.C., se ha argumentado que podría haber sido Legado de Emperador en Siria en 6 y 5 a.C. Existe una inscripción bien conocida llamado el Lapis Venetus (izquierda). Esta inscripción describe los resultados de un censo organizado por Quirinio en Líbano. La inscripción describe claramente a Quirinio como “Legato Caesaris Syriae” (Legado de César en Siria). Por desgracia, no hay indicación de la fecha, pero por el hecho que el censo tuvo lugar en una provincia del imperio romano hay que creer que se trataba de un censo global, presuntamente el del año 8 a.C.

Parece razonable pensar que Lucas se equivocó entre los dos oficios. No obstante, eso nos lleva a una segunda contradicción, la del mismo censo. Se suele suponer que el censo descrito por Lucas era el de 8 a.C., pero eso difícilmente cuadra con los hechos.

En primer lugar, si el censo fue anunciado en 8 a.C., ¿cómo es que no llevó al cabo hasta el año 5 a.C.? El censo de 8 a.C. fue un registro del imperio romano, pero José, al ser judío, no era un ciudadano romano y no sería obligado a participar: Judea era un Protectorado de Roma y no formó parte del Imperio Romano. Aún suponiendo que de alguna forma José sí tenía que acudir al llamamiento de Cesar, ¿cómo puede entenderse un intervalo de 2 a 3 años entre la proclamación del censo y su ejecución (muy pocos expertos defienden una fecha para la Natividad anterior al año 6 a.C.)? Realmente es difícil de explicar, sobre todo cuando se tiene en cuenta el empeño romano en las buenas y rápidas comunicaciones. Quizá la única forma es si, Cesar, conociendo los problemas implícitos en el movimiento masivo de muchas personas en muchos países, su impacto en la economía y los problemas administrativos implícitos en tal convocatoria de decenas de millones de personas, decretara el censo para realizarse en una fecha posterior. O sea, realizó la proclamación en 8 a.C., con la intención de llevarlo al cabo en unas fechas bien determinadas de un año posterior. De esta forma la noticia se promulgaría por todo el Imperio y ningún gobernador tendría una excusa por no tener el censo perfectamente organizado, con la mínima disrupción económica posible.

Concluyeno, la mayoría de los indicios son que la Natividad tuvo lugar en 5 ó 6 a.C. y el balance favorece a la primera de estas fechas. Varias evidencias apuntan a que Jesús probablemente nació en marzo o abril y el hecho famoso que el albergue estaba llenó se explicaría fácilmente si la Natividad tuvo lugar muy cerca de la fecha de la celebración de la Pascua Judía cuando, lógicamente, más gente estaría desplazada a los centros de población para participar en las festividades. Entonces, aunque la fecha sea incierta, podemos sugerir que, tal vez, Jesús nació durante la segunda quincena de marzo de 5 a.C.