Seguimiento fotométrico y morfológico del cometa C/1999 S4 (LINEAR)
Una colaboración entre profesionales y aficionados españoles
Mark Kidger
Instituto de
Astrofísica de Canarias
Comisión de
Relaciones Entre Profesionales y Aficionados de la SEA
Sociedad de
Observadores de Meteoros y Cometas de España (SOMYCE)
El C/1999 S4
(LINEAR) ha sido uno de los cometas más importantes de los últimos diez años.
Las observaciones del cometa han demostrado que éste es un cuerpo nuevo recién
caído de la Nube de Oort, sin embargo su
comportamiento ha sido totalmente atípico de un cometa nuevo. El cometa LINEAR
ha mostrado múltiples ejemplos de comportamiento anómalo, incluyendo su
composición química, dinámica, curva de luz y su espectacular disrupción final.
La poca elongación
solar del cometa ha dificultado su observación desde los grandes telescopios y
la aportación de los aficionados, tanto de estimaciones del brillo del cometa
como en imagen directa ha sido de vital importancia.
Presentamos un
estudio de la morfología y la curva de luz del cometa C/1999 S4 (LINEAR)
realizada a partir de observaciones por profesionales y aficionados españoles.
El C/1999 S4 ha sido intensamente observado por un grupo importante de
observadores desde su descubrimiento. La curva de luz muestra un comportamiento
fotométrico típico de un cometa nuevo cerca del sol. Sin embargo, no se observa
un cambio brusco en la tasa de incremento en brillo a mayores distancias
heliocéntricas que sería típico de un cometa gaseoso con un elevado contenido
de volátiles vírgenes.
Estas anomalías
indican que el cometa LINEAR podría ser un objeto inusual, posiblemente a causa
de ser un fragmento de otro cometa mayor, aunque el mecanismo de la posible
rotura del núcleo sufra de varios problemas importantes.
Los resultados
muestran el excelente nivel observacional de los
observadores cometarios españoles y su capacidad de participar en unas
colaboraciones más exigentes.
El cometa C/1999 S4 (LINEAR) se descubrió el
27 de septiembre de 2000 con el Telescopio LINEAR de las Fuerzas Aéreas de los
Estados Unidos y el Laboratorio Lincoln. Al ser
relativamente brillante (V»16) y de hallarse a una
distancia heliocéntrica elevada (r»4.3UA) existían fundadas
esperanzas que el cometa podría llegar a ser fácilmente visible a simple vista.
Se puso en manifiesto rápidamente que el
cometa era dinámicamente nuevo con una órbita de excentricidad cerca de 1. Eso
supone que debe ser un objeto nuevo, caído de la Nube de Oort
y, por tanto, realizando su primer paso por el perihelio. Los objetos de este
tipo suelen tener una capa superficial del núcleo muy rica en los hielos de
volátiles como el CO, CO2, NH3, HCN, etc. que subliman a
elevadas distancias heliocéntricas. La existencia de una capa muy volátil da
lugar a un incremento de brillo inicial muy rápido a grandes distancias
heliocéntricas que puede llegar a seguir una ley de abrillantamiento de r6, o r8,
comparado con el r4 para un cometa “típico”. En cambio, a menor
distancia heliocéntrica la ley de abrillantamiento se
reduce a r3 o menor. Sin embargo, las observaciones del desarrollo
fotométrico del cometa han demostrado que no ha seguido esas pautas normales de
comportamiento.
·
La órbita y las fuerzas no gravitatorias
Los primeros cálculos precisos de la órbita del
cometa indicaron que la órbita era ligeramente hiperbólica. Esta situación es
típica de los cometas nuevos de la Nube de Oort ya
que las perturbaciones planetarias a menudo incrementan la excentricidad
instantánea cuando el cometa entra en la parte interna del sistema solar. Sin
embargo, sucesivas iteraciones de la órbita han dado una órbita cada vez más
cerrada. Como consecuencia, se ha puesto en manifiesto que las fuerzas no
gravitatorias que actúen sobre el cometa son inusualmente grandes.
La órbita nominal que se obtiene sin incluir las
fuerzas no gravitatorias es:
1/a (original) |
1/a (época, 4 ago. 2000) |
1/a (futuro) |
+0.000029 |
+0.0000039 |
+0.0010393 |
Sin embargo, al incluir los términos A1 y A2:
A1 |
A2 |
+9.26 |
-1.7054 |
La excentricidad en la época actual se reduce a:
e=0.999449
equivalente a 1/a=0.000720
La magnitud de estas
fuerzas no gravitatorias es excepcional. Como comparación, C/1995 O1 (Hale-Bopp) tiene A1 = +1.25, A2 = +0.1283 y
C/1996 B2 (Hyakutake), A1 = +2.56±0.03, A2 = +0.0485±0.0056.
Fuerzas no gravitatorias fuertes suelen indicar una elevada actividad en forma
de chorros. No obstante, como vemos en la imagen a la izquierda – realizada en
U con el JKT el 23 de julio – la forma de la coma es totalmente simétrica, lo
cual indica que no hay chorros. De hecho, no hay ningún informe fidedigna de la existencia de chorros de polvo en la coma
del cometa. Esta circunstancia es inconsistente con la magnitud de las fuerzas
no gravitatorias, al menos que el diámetro del núcleo fue muy reducido. Una
estimación por Marsden (2000, Comunicación Privada)
es que el diámetro del núcleo era de 200 a 300-m antes de fragmentarse.
El fenómeno de la rotura del núcleo de un cometa ya
es bien conocido, aunque existe una carencia de explicaciones adecuadas para el
mecanismo implicado. De hecho, de considerarse un fenómeno poco frecuente – el
caso hace 25 años – ya se ha puesto de manifiesto que la fragmentación de los
núcleos cometarios puede considerarse un proceso común. Eso ha dado pie a un
gran cambio en las ideas sobre los núcleos cometarios. De considerarse un
bloque de hielo sucio compacto – el modelo original de Whipple
– ya se considera probable que los núcleos cometarios no son más que unos
agregados de bloques pequeños en un matríx. El
resultado es el llamado “masa de escombros”, el nuevo concepto del núcleo
cometario, que supone que tiene poca consistencia y es mucho más frágil que lo
supuesto hasta entonces.
Este modelo es consistente con la observación de la
rotura del núcleo del cometa D/1993 F2 (Shoemaker-Levy 9) en más de una venteina de
fragmentos individuales formando una cadena de “mini-cometas”. Del mismo modo
es consistente con el fenómeno del desprendimiento de pequeños fragmentos que
se ha visto en cometas como el C/1996 B2 (Hyakutake),
el C/1995 O1 (Hale-Bopp), o el C/1999 S4 (LINEAR).
Aunque en los dos primeros el fenómeno fue un suceso aislado, en el C/1999 S4
(LINEAR) hay observaciones de varios desprendimientos, de los cuales el del 6
de julio (Weaver et al.: 2000, IAUC 7461) fue solo
uno. De mismo modo, explica la relativa facilidad de rotura de los núcleos
cometarios, incluso en distancias heliocéntricas grandes.
Las observaciones se realizaron con el Telescopio Jacobus Kapteyn (JKT) de 1-m del
23 al 28 de julio inclusive en varias bandas del visible usando la cámera “SITe2” en el foco cassegrain.
Para reducir el tiempo de lectura se hizo un “binning”
de 3x3, dando un campo de unos 11x11 minutos de arco y un tamaño de pixel de
1”. Puesto que el cometa se desplazaba aproximadamente 0.2 segundos de arco por
segundo las exposiciones tenían que limitarse para minimizar el alargamiento
del núcleo. Según la fecha y el filtro se utilizaron exposiciones de entre 2 y
20 segundos, siendo las exposiciones más cortas las del filtro R. Para sumar
una relación s/r adecuada en las regiones más externas de la coma, se
realizaron secuencias de 10 a 20 exposiciones en cada filtro.
La coma de los cometas
suele mostrar la forma de una lagrima con la punta en la dirección anti-solar (ver la imagen izquierda
– una exposición de 10s en R – realizada el 24 de julio con el JKT. En cada
mapa de isofotas el campo es de 40”.). Esta
forma se debe al flujo del viento solar en torno a la coma. El brillo de la
coma interna se ha reducido considerablemente en 24 horas ya que las cuentas se
reducen desde 50.000 en 2s de exposición en R el día 23 a 50.000 en 10s el 24.
Nota también que no hay evidencia de asimetrías que
indicarían la presencia de chorros. En la secuencia de imágenes vemos la
progresión de la fragmentación en una serie de imágenes en R.
La noche del 25 de julio (derecha)
vemos que la condensación nuclear está claramente deformada y alargada en la
dirección antisolar. Los contornos de la imagen (abajo)
demuestran el grado de deformación. Esta deformación indica una disrupción
total del núcleo, aunque algunos investigadores creían inicialmente que se trataba solo del desprend-imiento de otro
fragmento pequeño. Nótase que no hay evidencia de la existencia de más de un
centro de luz en la imagen. El hecho que la distribución de brillo en la
condensación nuclear es casi plana es una prueba muy fuerte que no existía
ningún sub-núcleo grande.
A la vez, vemos que el brillo superficial se ha
reducido enormemente hasta 5500 cuentas en una exposición de 5s en R. Esta
reducción supone una reducción de un factor de aproximadamente 5 en brillo en
24 horas.
El 26 de julio (izquierda) la coma interna se ha extendido aún más,
pero la punta del cometa mantiene un borde muy bien definido. Este hecho indica
la presencia de fragmentos activos no resueltos. El máximo brillo de la coma se
ha reducido por un factor adicional de 2 en 24 horas desde la imagen anterior.
Sigue la punta bien definida, aunque lógicamente ya con una intensidad
reducida.
Sin embargo, lo más interesante es el desplazamiento
de unos 25 segundos (7500km) del centro de brillo en dirección antisolar
observada en ya en las imágenes de día 27 (arriba).
Si suponemos una fecha de inicio de la fragmentación del julio 23.6 (Sekanina: 2000, IAUC 7471), la velocidad de expansión
derivada es de 20m/s, consistente con materia sólida. Además, el desplazamiento
del centro de luz indica que la mayor parte de la masa del núcleo se ha
integrado en esta nube.
Una representación del brillo superficial de la coma
interna (izquierda) con un campo de 40x50”, correspondiente al 28 de julio,
muestra el lento incremento en brillo en dirección antisolar. En esta
representación el máximo de brillo ya se
encuentra fuera del campo.
Una imagen de campo mayor
(izquierda), realizada por Salvador Sánchez y
Juan Rodríguez, con el telescopio de 40-cm de Observatorio Astronómico de
Mallorca muestra el gran corrimiento de masa en dirección anti-solar.
La coma ya muestra una forma muy alargada. Se destaca la presencia de la
“punta” del cometa, mostrando la seguida presencia de sub-núcleos
no resueltos. Esta forma se va acentuando. En la imagen (derecha), una exposición profunda en R (magnitud
limite R»22.0) realizada el 1 de
agosto con el INT, vemos como esta “punta de lanza” empieza a separarse de la
masa principal de la coma.
Una ampliación de la coma interna (abajo) de una exposición de 100s en B realizada con el
INT el 1 de agosto y alcanza un limite de B»22.5. No hay ningún sub-núcleo
claramente resuelto. Existe una posible estructura aproximadamente 1.5-cm de la
punta, en dirección antisolar, pero esta no es significativa estadístic-amente.
Estas imágenes imponen unos limites muy fuertes sobre la magnitud absoluta y tamaño de
los posibles sub-núcleos. Suponiendo unos colores
solares y una ley de cuarta potencia la magnitud absoluta es de HV=25.0,
con un radio correspondiente para fragmentos activos de hielo de 40-cm. Sub-núcleos de composición rocosa y sin sublimación de
volátiles podrían tener un radio de 80-m para un albedo del 5%.
Las imágenes posteriores realizadas con el HST y VLT
(Weaver et al.: 2000, IAUC 7476) muestran que la magnitud
del fragmento de mayor tamaño es de R»24 (aunque los fragmentos
muestran una variabilidad considerable), correspondi-ente
a HV»27. Los fragmentos se han
hallado en la punta de la coma según lo predicho por Kidger
(2000, IAUC 7473).
Medidas de la tasa de producción de H2O (Schleicher & Woodney: 2000,
IAUC 7475) muestran una decaída en un factor de 10 aproximadamente entre el 13
y el 29 de julio en un momento cuando la distancia heliocéntrica se reducía
significativamente. Las tasa de producción medida, de 125kg/s es casi 3 ordenes de magnitud inferior a la del cometa Halley en una distancia heliocéntrica similar y indica que
la fractura del núcleo no se acompañó con una emisión masiva de volátiles. Eso
podría indicar un núcleo seriamente deficiente en volátiles; una conclusión
similar puede hallarse de la extrema deficiencia de CO (Weaver:
2000, IAUC 7461), que indica una abundancia de este volátil de solo el 10% de
la hallada en otros cometas como el 1P/Halley, C/1996 B2 (Hyuakutake)
o C/1995 O1 (Hale-Bopp) y muy inferior a la
previsible en un cometa nuevo de la Nube de Oort.
Antes y después (1): imágenes del cometa
LINEAR realizadas con el Telescopio Jacobus Kapteyn de 1-m el 24 de julio (izquierda) y el 25 de julio
(derecha). Vemos el cambio total en el aspecto de la condensación nuclear del
cometa con la rotura del núcleo.
Antes y después (2): imágenes del cometa
LINEAR realizadas por aficionados españoles. Arriba – el cometa durante el
estallido pre-rotura (Rafael Ferrando, 22 de julio).
Arriba derecha – 5 días tras la rotura la coma ya se alarga mucho (Salvador
Sánchez y Juan Rodríguez, 29 de julio). Derecha – una de las últimas imágenes
realizadas
por un aficionado, con el
cometa ya muy extendido y debilitado (Salvador Sánchez y Juan Rodríguez, 4 de
agosto). Esas imágenes son un testimonio valioso de la evolución de la
desintegración del cometa.
Arriba se muestra una serie de imágenes realizadas
por Juan Rodríguez y Salvador Sánchez con los telescopios del Observatorio
Astronómico de Mallorca. Esta serie de imágenes muestra como cambian las isofotas de la condensación nuclear del cometa entre el 25
de julio y el 4 de agosto. Los números indican el número de cuentas (el brillo
del cometa) en cada contorno. La reducción en el brillo del cometa es muy marcado. Nótase que la última imagen se realizó con el
cometa muy bajo en el crepúsculo vespertino y, por tanto, el brillo del fondo
del cielo es muy elevado. El cambio de forma de la condensación nuclear queda
perfectamente registrada.
La
Curva de Luz
La curva de luz del cometa ha sido intensamente
observado desde el descubrimiento del cometa, aunque su poca visibilidad en
cuanto a elongación del sol ha reducido la intensidad de observación, al igual
que el hecho que hasta la conjunción con el sol en abril era un objeto del
cielo matutino y, como consecuencia, menos observado que habría sido un objeto
vespertino. Un segundo factor que ha reducido considerablemente la cobertura de
la curva de luz ha sido el hecho que el cometa estaba más débil que magnitud 13
hasta la conjunción, lo cual limitaba su observación a los observadores con
CCD, o observadores visuales con grandes telescopios y
cielos oscuros. Del mismo modo, el hecho que el cometa nunca llegó a superar la
magnitud 6 en máximo también limitó significativamente la cobertura de la curva
de luz en máximo.
158 observaciones españolas[1],
realizadas tras una llamada a la colaboración, cubran la curva de luz desde el
9 de octubre de 1999 hasta el 4 de agosto de 2000, aunque no hay observaciones
en noviembre de 1999, ni abril de 2000. A partir de principios de agosto la
declinación austral del cometa imposibilitó su observación desde la latitud de
la Península Ibérica. Por observador la distribución la
sido:
Observador |
Equipo |
Observaciones |
Observatorio Astronómico de Mallorca
(Salvador Sánchez y Juan Rodríguez) |
CCD sin filtro |
57 |
Pepe Manteca |
CCD sin
filtro |
55 |
Carlos Labordena |
Visual |
12 |
Carlos Segarra |
Visual |
6 |
Oswaldo González |
Visual |
4 |
Carlos Manuel Celestrín |
Visual |
4 |
Antón |
Visual |
3 |
Pepe Manteca |
CCD+V |
3 |
Pepe Manteca |
CCD+R |
3 |
Diego Rodríguez |
Visual |
3 |
Susana Benítez |
Visual |
2 |
Francisco Rodríguez |
Visual |
2 |
Máximo Suárez |
Visual |
2 |
Rafael Ferrando |
CCD sin
filtro |
1 |
David Hernández |
Visual |
1 |
La curva de luz hallada a partir de estas
observaciones se muestra en la Figura 1. Vemos que, por lo general, hay un gran
nivel de acuerdo entre los observadores. A grandes distancias heliocéntricas
los observadores visuales hallan una magnitud total aproximadamente 1.5 magnitudes más brillante que la magnitud medida mediante
CCD. Eso se debe a la capacidad superior del ojo a medir una coma extendida
débil. Hay un buen nivel de acuerdo entre la fotometría CCD de Manteca y del
OAM.
Algunas de las medidas de tanto de Manteca como del
OAM son inusualmente brillantes. En particular, hay una secuencia de medidas a
finales de enero de 2000 y a finales de febrero consistentes con un estallido
fotométrico rápido del tipo observado en C/1995 O1 (Hale-Bopp).
Tales sucesos probablemente indican el desprendimiento de fragmentos pequeños
del núcleo similares al de julio que dio lugar a un estallido de un factor 3 en
el brillo del cometa.
Tras la conjunción vemos que las estimaciones
visuales y la fotometría CCD del OAM concuerdan, pero las medidas de Manteca
salen claramente más débiles. Eso parece deberse al hecho que la fotometría es
de la condensación nuclear, mientras que otras estimaciones son de la magnitud
total de la coma. Se aprecia un estallido fotométrico pequeño que coincide con
el estallido observado por el HST el 5/6 de julio. También hay evidencias de un
estallido previo a la disrupción del cometa, que coincide con la mayor desarrollo de la cola sobre el día 22 y 23 de
julio.
El máximo brillo del cometa se alcanza el día 23 de
julio en m1=6.5, como apreciamos en la figura abajo que amplia la
zona del máximo. A partir de esta fecha los cambios en la distancia geocéntrica
y heliocéntrica deberían compensarse, dándose un máximo plano durante varios
días. Sin embargo, se observa un declive muy rápido en la curva de luz a partir
de este momento. Los cálculos de Sekanina indican que
la rotura del núcleo tuvo lugar aproximadamente en ese punto.
Nótase que el
estallido fotométrico previo tiene lugar al menos 48 horas antes de la
fragmentación del núcleo y, aunque este podría haber sido el desencadenante,
parece que no fue la causa directa de la disrupción. No se aprecia ningún
estallido asociado con el momento de la disrupción – más bien se aprecia una
reducción considerable en la actividad, por lo cual se concluye que no había la
esperada emisión masiva de volátiles a causa de la exposición de hielo interno
fresco a la luz del sol. Típicamente un cometa puede incrementarse en brillo de
3 a 10 magnitudes conforme que hielo fresco se expone por primera vez. La
ausencia de tal actividad es otro indicio de un cometa seriamente deficiente en
volátiles y una confirmación de su probable pequeño tamaño antes de la rotura.
Arriba: Un espectro del C/1999 S4 (LINEAR) en el momento
de su máximo brillo. En la imagen superior vemos el espectro tal como se ve en
la CCD – el cometa es la línea horizontal brillante, mientras que la banda
borrosa debajo del cometa parece ser de una galaxia cercana al cometa. En la
imagen inferior vemos el espectro extraído. Vemos las importantes bandas Swan de carbono y algunas de las líneas de NH2.
La línea señalada [OI] es una línea de oxigeno atómico procedente de
fotodisociación de agua en la coma del cometa. Este espectro es uno de los muy
pocos existentes en torno a la fecha de la desintegración del cometa y ha sido
realizado con un espectrógrafo construido por un grupo de aficionados españoles
avanzados. Fue registrado en Garching el 22 de Julio
del 2000, en las cercanías de Munich (Alemania). El espectro fue tomado por los
dos primeros miembros del grupo CAOS: Carlos Guirao,
Jesús Rodríguez y Gerardo Avila con el espectrógrafo FIASO de construcción
propia y conectado a un telescopio amateur con fibra
óptica.
La
Coma y la Cola
La evolución de la coma y de la cola ha sido menor
que lo previsto. En las dos siguientes gráficas vemos la evolución de la coma y
de la cola respectivamente a partir de las observaciones detalladas arriba.
Vemos que el máximo diámetro de la coma fue de 10 minutos (160.000km) en la
fecha de su máxima aproximación a la Tierra.
La cola ha sido muy decepcionante. Aunque algunas
imágenes CCD cerca del máximo del estallido mostraron una extensión de hasta 2
grados de la cola de gas (2.3 millones de kilómetros), visualmente apenas se
pasó de medio grado. Algunos observadores como Oswaldo González comentaron que
el cometa mostraba tanto una cola de polvo como una de gas. En algunas
ocasiones se señala que la cola de polvo llegó incluso a tener el mayor
desarrollo de las dos.
El poco desarrollo de la cola ha sido una de las
sorpresas del cometa, pero es indicativo de su muy baja tasa de producción de
gas. Ya que la presentación de la cola era casi lateral en la fecha de la
máxima aproximación a la Tierra se esperaba que debería
llegar al menos a unos 10 grados de extensión.
Conclusiones
La combinación de las observaciones profesionales y
de aficionados nos proporciona un seguimiento excelente de la evolución del
cometa. Se destaca la gran calidad y variedad de las observaciones y la
excelente capacidad mostrada por algunos grupos de reaccionar ante una
situación novedosa como la repentina desintegración del cometa. La calidad de
la curva de luz es excelente, con un gran acuerdo entre los observadores y un
seguimiento intenso de los momentos críticos en torno a la fragmentación. Este
seguimiento nos proporciona unas pistas importantes sobre la secuencia y el
mecanismo de la desintegración del núcleo ya que se aprecia claramente un
máximo de brillo sobre el día 24 de julio – correspondiendo con el momento de la
desintegración – y, a partir de aquel momento, una disminución rápida del
brillo real del cometa.
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Un misterio de la curva de luz: Cuando se combinan las
observaciones españolas del cometa tras la conjunción solar con las
observaciones halladas en el Internet, se revela un comportamiento sorprendente
de la curva de luz. Al margen de las estructuras ilusorias como el aparente
mínimo profundo en la curva de luz sobre el día 20 de julio (que se debía a la
dificultad en observar bien al cometa durante el plenilunio), se ve un fenómeno
curioso. Desde finales de mayo hasta principios de julio se aprecia que una
fracción importante de las estimaciones visuales son
más de una magnitud más brillantes que el grueso de las observaciones. Este
efecto se muestra también en otras curvas de luz basadas en muestras totalmente
distintas de observaciones y también se ha mostrado claramente en las
observaciones fotográficas.
En la siguiente gráfica apreciamos el por qué
algunos observadores estuvieron viendo el cometa mucho más brillante que otros.
En la gráfica vemos todas las estimaciones visuales de la magnitud y del
diámetro de la coma del cometa realizadas durante la
segunda quincena de junio.
Vemos que la magnitud observada depende fuertemente
del diámetro de la coma. Los observadores con (supuestamente) las peores
condiciones del cielo - los que observan el menor diámetro de coma - registran
una magnitud prácticamente una magnitud más débil que los observadores con la
mayor coma.
Esos resultados indican que la hipósesis
de la existencia de una coma extendida muy tenue probablemente es acertada. Esa
coma extendida podría ser el resultado de algún estallido previo del cometa.
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¿Un fragmento de un cometa mayor?
Zdenek Sekanina
ha sugerido que el cometa LINEAR podría ser un fragmento rezagado de otro
cometa que tal vez pasó hace siglos. Esta hipótesis es muy atractiva en varios
sentidos ya que explica algunas de las anomalías que presenta el cometa, tales
como su fragilidad, su composición atípica y (probablemente) el hecho que su núcleo
es sobreactivo frente a su diámetro.
La observación de lo que parecen ser múltiples
estallidos pequeños en las observaciones CCD es una prueba de la inestabilidad
del núcleo. No obstante, ese modelo tiene sus dificultades. Tal vez el mayor es
que, al ser un fragmento desprendido de otro cometa que pasó hace tal vez dos
siglos, es necesario suponer que la fragmentación inicial del núcleo sucedió a
cientos de unidades astronómicas del sol. Aunque hay expertos que encuentran
atractivo un modelo de fragmentación cometaria a grandes distancias del sol,
este modelo no está demostrado – es casi imposible demostrarlo actualmente – y no
se entiende que mecanismo puede causar la fragmentación de un núcleo totalmente
inactivo de esta forma. Una posibilidad sería los choques entre los cometas
cayendo de la Nube de Oort y los cometas girando en el
Cinturón de Kuiper, pero tales choques tienen que ser
muy poco frecuentes.
Tal vez el estudio detallado del cometa LINEAR arrojará
algo de luz sobre esa cuestión.